
“Fue un fin de semana en que decidimos visitar a mi suegra. Ella
vivía en la avenida Cuarto Centenario. Era el año 1972. Ibamos
en el auto con mi marido Raúl y los niños cuando divisé a Salvador
Allende en la calle Tomás Moro. El presidente iba junto a su
cuerpo de guardaespaldas, así es que Raúl detuvo el auto y a la
distancia le dijo: Compañero, ¿le podemos tomar una foto?. Cuando
éste vio que veníamos todos dentro del auto, respondió: Bueno,
pero en familia. Cruzó la calle y Raúl tomó la foto. Allende
está con las manos sobre los hombros de mi hijo Rodrigo, junto
a él estoy yo con Gonzalo en brazos, y al lado del Presidente
hay un señor con su guagua que nos pidió ponerse en la foto.
Cuando vino el golpe me allanaron la casa y me detuvieron. Cuando
me dejaron ir, el coronel que me interrogó me dijo: señora, yo
no le creo absolutamente nada de lo que usted me dice , váyase
señora, si puede hoy mismo, pero váyase. El tipo no era un fascista,
de eso estoy segura. Ordené mis cosas, me paré y antes de
salir le pedí que por favor me devolviera la diapositiva. Se espantó
y me dijo: ¡pero señora, esa diapositiva es muy peligrosa!
Le contesté que lo era desde su punto de vista. Pero que desde
el mío, creía que para mis hijos iba a ser importante tener una
fotografía con un Presidente de la República. Así que me la devolvió,
bajo su responsabilidad, me dijo. Cuando partí al exilio,
una de las pocas cosas que me llevé fue la famosa diapositiva”.
“Nous avions decide d’aller voir ma belle mere. Elle vivait avenue
Cuarto Centenario. C’était l’année 1972. Nous étions en voiture
avec mon mari et les enfants, lorsque j’ai vu Salvador Allende
rue Tomás Moro. Le Président marchait avec ses gardes du corps
et Raúl de l’autre cote de la rue lui demanda: Camarade, je peux
faire une photo?. Allende repondit: d’accord mais en famille. Il
traversa la rue et Raúl a fait la photo. Allende a ses mains sur
les épaules de mon fils Rodrigo, à sa gauche je suis avec Gonzalo
dans les bras et à droite du Président un homme et son enfant
nous a demande s’il pouvait être sur la photo.
Lorsque les militaires sont venu fouiller notre maison, ils ont
trouvé la photgraphie avec Allende. Ils m’ont enmenée. Lorsqu’ils
m’ont laissée partir, le coronel qui m’a interogée m’a dit:
Madame, je ne crois pas un mot de ce que vous me dites, mais je
vous conseille de partir, de quitter le pays aujourd’hui même si
vous le pouvez. Le type n’était pas un fasciste, j’en suis sûre.
Avant de partir du centre de détention je lui ai demandé de me
rendre la diapositive. Il n’en croyait pas ses oreilles: Madame
cette image est dangereuse!. Je lui ai répondu que c’était son
point de vue. Mais moi je pensais que cela pouvait être important
pour mes enfants d’avoir une photo avec un Président de la
République. Et il me l’a rendu. Quelques jours plus tard lorsque
je suis parti pour l’exile, parmi les quelques affaires que j’ai
prises, il y avait la diapositive.
No hay comentarios:
Publicar un comentario